- Callos de ternera
- Jamón serrano
- Tomate frito
- Pulpa de pimiento choricero (opcional)
- Chorizo de rastra picante
- Huevo cocido
- 1 guindilla cayena
- Pimentón picante (opcional)
- 1 hoja de laurel (opcional)
Para evitarnos todo el trabajo de limpiar y cocer los callos, vamos a utilizar los que se compran ya cocidos. Para 4 personas utilizaremos dos bloques (mejor que sobre que no que falte, aunque sobrar sobrar…), los ponemos en una cazuela al fuego para fundir la gelatina, yo suelo cortarlos con una espátula, mientras cuecen les añadimos la hoja de laurel. Cuando se funde la gelatina dejamos que cueza durante unos 10 minutos.
En una sartén aparte freímos el chorizo cortado en rodajas y el jamón serrano que añadiremos un poco antes del final, añadimos el pimentón picante y dejamos cocinar unos segundos añadiendo el tomate y el huevo cocido picado.
Escurrimos la gelatina de los callos y vertimos encima el apaño de la sartén, dejamos que se cocine unos 5 minutos y ya están hechos los callos. Si se comen al día siguiente estarán mejor…. Pero hay que tener paciencia…
Acompañados de unas patatas fritas en dados, son un auténtico manjar, mezclados con garbanzos… te pueden hacer pensar que estás en el cielo, pero eso pertenece a otro capítulo.